INTRODUCCIÓN:
A los 100 años
de la Revolución de Octubre de 1917, muchas son las lecciones dejadas para los
trabajadores y los pueblos del mundo. Sin duda alguna, la más importante, que
es posible la toma del poder político del Estado por la clase obrera y su
Partido de vanguardia, para materializar la construcción del socialismo y
demostrar la superioridad de este nuevo sistema sobre el capitalismo.
Para los
“ideólogos burgueses” del posmodernismo, del neoliberalismo, de la llamada
“tercera vía”, socialdemócratas, del socialismo del Siglo XXI, etc., etc., no
deja de ser una constante preocupación, que los llena de odio y resentimiento,
la vigencia plena del Marxismo-Leninismo, del pensamiento, la obra y la
trascendencia de los ideólogos y maestros del proletariado, Marx, Engels, Lenin
y Stalin y otros pensadores y dirigentes de izquierda revolucionaria, por lo
que siempre tienen que insistir en que vivimos “otra época”, que “todo cambia”,
que ya no es necesario el Partido de vanguardia en los procesos
revolucionarios, que la clase obrera “ya no es una clase social fundamental”,
que hay nuevos actores sociales, que no es necesaria la violencia revolucionaria,
que todo cambio debe ser en paz.
VIGENCIA DEL
MARXISMO – LENINISMO
Para los
revolucionarios, el marxismo leninismo, no es un dogma, es una ciencia que
mantiene plena vigencia; las actuales condiciones económicas, políticas y
sociales, demuestran la crisis general en que se halla sumido el sistema
capitalista, sus teorías económicas no dan resultado, si bien es cierto que
hoy, el desarrollo tecnológico se expresa en todo nivel, eso no anula el papel
que cumplen los monopolios, los bancos, y con ellos la burguesía en la
producción y en la relación con las fuerzas productivas.
La explotación a
la clase obrera y demás sectores populares, sigue siendo la característica
fundamental del capitalismo, a través de leyes de flexibilización laboral, se
deja cada día en el desempleo a miles de trabajadores, campea el subempleo y el
comercio informal sigue en constante crecimiento.
La corrupción es
parte del sistema capitalista, de la disputa sin contemplación entre grupos
monopólicos y financieros, por acaparar contratos y utilidades en su beneficio,
por lo que la misma se expresa en los altos niveles del poder político, que hoy
recorren el continente americano.
En este
escenario, la necesidad de un cambio revolucionario, sigue vigente, para lo
cual no basta solo proclamar y sostener la necesidad de ese cambio, la
situación muestra que hay que aplicar el marxismo leninismo a las condiciones
actuales, tomar medidas de todo orden ideológicas, políticas, organizativas
para hacer realidad la revolución, en las condiciones y circunstancias diversas
que nos plantea la situación nacional e internacional.
LAS LECCIONES
DEJADAS POR LA REVOLUCIÓN DE OCTUBRE PARA LOS PUEBLOS
La instauración
del socialismo en la URSS, no solo se expresó en el desarrollo industrial,
tecnológico, educativo, cultural, sino también, en la infraestructura urbana de
todas las ciudades.
Luego de la
terminación de la Segunda Guerra Mundial, que dejó a la URSS y demás países en
un escenario de total devastación, se hizo imprescindible empezar un proceso de
reconstrucción total, para lo cual, contribuyeron varios arquitectos
extranjeros que con los del país socialista, desarrollaron una nueva
arquitectura para los edificios públicos y gigantescos planes de vivienda de
carácter social, para los trabajadores y sus familias.
La vivienda fue
vista entonces como un derecho para todos, al igual que tener un hábitat
seguro, saludable, muy distinto a la concepción capitalista de las empresas
inmobiliarias y de la construcción de hacer de la vivienda una mercancía al
alcance de los que tienen dinero, acompañado de la depredación del ambiente, a
un nivel catastrófico.
Federico Engels,
en un extracto de “Contribución al problema de la vivienda” lo resume de la
siguiente manera: “El capital (esto está definitivamente establecido) no quiere
suprimir la penuria de la vivienda, incluso pudiendo hacerlo. […]En realidad la
burguesía no conoce más que un método para resolver a su manera la cuestión de
la vivienda, es decir, para resolverla de tal suerte que la solución cree
siempre de nuevo el problema.”
“Todos estos
focos de epidemia, esos agujeros y sótanos inmundos, en los cuales el modo de
producción capitalista encierra a nuestros obreros noche tras noche, no son
liquidados, sino solamente… desplazados. La misma necesidad económica que los
había hecho nacer en un lugar los reproduce más allá; y mientras exista el modo
de producción capitalista, será absurdo querer resolver aisladamente la
cuestión de la vivienda o cualquier otra cuestión social que afecte la suerte
del obrero. La solución reside únicamente en la abolición del modo de
producción capitalista, en la apropiación por la clase obrera misma de todos
los medios de subsistencia y de trabajo.”
El gran déficit
de viviendas, no solo en nuestro país, sino en todo el mundo, es una realidad
que no la pueden negar los distintos gobiernos de turno; recordemos que en
octubre del año anterior se realizó en nuestro país la reunión de HÁBITAT III,
como el evento que traza las líneas generales para enfrentar el crecimiento urbano,
propuestas y planteamientos que en 20 años no se cumplirán, mientras no se
realice una verdadera revolución y al igual que en la URSS y los países que
llegaron a vivir en el socialismo, se construya una nueva sociedad, que permita
no solo tener una vivienda digna, sino toda una comunidad en pleno goce de sus
derechos.
21 Seminario
Internacional Problemas de la Revolución en América Latina. Quito- Julio 2017
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